“No eres tú el que escoge el camino. Es el camino el que te escoge a ti” – Jason Rohan.
Un chico llamado Kenny llega a Tokio para pasar el verano con su padre. Todo parece indicar que serán unas vacaciones comunes y corrientes. Sin embargo, muy pronto se ve envuelto en una peligrosa e inesperada misión que pondrá a prueba su valor e inteligencia.
Kenny deberá encontrar la legendaria Espada de Cielo, la cual le servirá para salvar su vida y evitar una guerra. Pero una serie de terroríficos monstruos están dispuestos a destruirlo, y sabe que aunque su misión tenga éxito, tendrá unas consecuencias nefastas para él. Con la ayuda de la audaz y sarcástica Kiyomi, Kenny deberá sortear los antagónicos mundos del moderno y mítico Japón para encontrar la espada perdida antes de que sea demasiado tarde.
Tokio, es el escenario perfecto para el desarrollo de esta emocionante historia de aventuras en la que el adolescente protagonista está destinado a convertirse en héroe; tiene una gran responsabilidad por delante: salvar el mundo. No lo hará solo, se acompañará de un divertido personaje femenino la cual aporta demasiada chispa a la trama. Se nota que el autor, Jason Rohan conoce de esta enigmática cultura, pues él vivió 5 años en Japón.
Lo mejor de esta lectura ha sido conocer un poco más de la cultura japonesa, sus costumbres, comidas, paisajes, arquitectura, vestuarios y hasta animales. Ha sido un completo agasajo echar a volar la imaginación y recorrer el país junto a Kenny & Kiyomi. Otro aspecto a destacar es que en el libro podemos encontrar ciertos símbolos orientales (como en cada inicio de capítulo) o algunas expresiones en japonés; además se incluye un pequeño glosario al final que servirá de apoyo para recordar ciertos aspectos o bien, conocerlos. El libro finaliza con una sorpresa: un adelanto de “El Escudo de Kuromori” (segunda parte de esta gran odisea).
La portada del libro es demasiado sencilla, nos muestra un fondo rojo y a Kenny con la espada en su mano, lo único que resalta es la tipografía metálica con el título.
Kenny es un personaje que hará empatía con todo lector, aunque habrá momentos en que lo amarás y otros en que tal vez lo odies, pero es simpático. Los personajes secundarios no aportan demasiado a la historia ni tienen un crecimiento a lo largo de ella, pero tampoco es que lo requiera, pues con tanta acción y adrenalina uno se olvida de todo. No faltan los elementos que toda buena y emocionante historia debe poseer: villanos, demonios ancestrales, confrontaciones y persecuciones que te mantendrán al borde de la lectura.
Si bien es un libro infantil/juvenil (recomendado a aquellos que buscan que sus hijos, sobrinos y primos se interesen en la lectura) “La Espada de Kuromori” la disfrutará cualquier persona que tome en sus manos el libro y decida aventurarse sin importar su edad.
Gracias a la editorial Océano por el envío de este ejemplar.
TIJUANA LOCAL 