Shy comienza un trabajo de verano para ganar algo de dinero en un crucero de lujo. Todo parece perfecto pero entonces, el mayor terremoto de la historia sacude el mar y la vida de Shy cambia para siempre. Sin embargo, esto es sólo el principio. Veinticuatro horas más tarde, Shy queda perdido en alta mar, envuelto en una asfixiante lucha por la supervivencia, y a meced de la oscura amenaza que se halla oculta tras ese terrible desastre. No has leído jamás a un escritor como Matt de la Peña, y esta novela es tan absorbente como incontestable.
Lo primero que me llamó la atención de este libro fue la tenebrosa portada, en la cual podemos observar el mar, acompañado de los restos de un barco, una pequeña balsa y tiburones. El título nos dice mucho “Los Vivientes” de tal manera que uno no tiene que ser muy inteligente para saber que la historia se desarrolla en el océano, que habrá varios contratiempos y que al final sobreviven algunos. Tal vez parezca previsible pero la trama se desarrolla de una manera muy visual e inteligente.
Destaco que en el libro se abordan demasiados temas: las clases sociales, la amistad, desastres sobrenaturales, enfermedades inventadas por científicos – el mal de romero – y la más importante, la supervivivencia de nuestro protagonista Shy, la cual es admirable, pues a lo largo de la historia le suceden cosas terribles y aún así él quiere vivir. Ese vaivén de emociones me mantuvo pegado al libro hasta que en un abrir y cerrar de ojos lo terminé.
Los capítulos son cortos, se acompañan de subtemas que de alguna manera te avisan lo que va a suceder en él. La primera parte del libro es bastante introductoria; conocemos a los protagonistas, su historia, la razón por la cual están en el barco y se presentan algunos contratiempos que después entenderemos con más detalle. Una vez que pasa el terremoto la historia toma fuerza y se torna interesante e intensa, todo gracias a la pluma de su autor, Matt de la Peña, que describe con exactitud y precisión cada detalle, tan real que es como vivirlo en carne propia.
Esta bilogía tiene un ritmo ágil, se lee demasiado rápido, resulta una lectura agradable; es de corte juvenil pero atractiva y adictiva para todos. Tengo muchas ganas de leer la segunda parte “Los Perseguidos” pues la historia me dejó intrigado y con ganas de saber qué es lo que pasará con “Los Vivientes”. Lo recomiendo.
Gracias a la editorial Océano por el envío del ejemplar.
TIJUANA LOCAL 