No sabes quién eres, pero ellos sí. Te despiertas en las vías del metro de Los Ángeles, sin recordar nada. Tienes una mochila con ropa, mil dólares, un número de teléfono y una orden muy clara: no llames a la policía. Mientras intentas descifrar tu identidad, te haces preguntas. ¿Cómo te llamas? ¿Por qué estás ahí? ¿Qué significa el tatuaje en tu muñeca con un pájaro negro y el código FNV02198? La única verdad es que están persiguiéndote para matarte. No tienes opción. Deber escapar. Y rápido…
Black Bird es el primer libro de una bilogía, esta entrega es corta, tan sólo son 231 páginas, no entiendo la razón por la cual la dividieron en dos partes, pero bueno. La portada resulta muy atractiva y enigmática, fue lo primero que me llamo la atención, además del título.
Es el primer libro que leo narrado en segunda persona, lo cual no fue de mi agrado porque no pude sentir empatía con la protagonista. Si me viera envuelto en una situación similar lo primero que haría sería correr a mi casa, refugiarme y dormir. Me gustó el argumento para una película, pero lo sentí alejado de la vida real, de tal manera que se me dificultó sentir esa conexión con Sunny.
Me gustó que la historia se desarrolla en Los Ángeles porque es una ciudad que conozco, así que recordaba ciertos momentos que pasé por allá cuando se mencionaba alguna de sus avenidas.
Los capítulos son cortos, es un libro que se lee muy rápido y que hasta cierto punto tiene unos toques de misterio, tal vez si tuviera otra narrativa funcionaría mejor para todos. Resulta atractivo el leer algo desconocido tanto para el personaje de la historia como para el lector.
Lo interesante y rescatable es el giro inesperado del final, te deja con ganas de leer la siguiente parte “Deadfall” para conocer de que manera concluye esta saga. Como podrán ver en la siguiente imagen, la portada del próximo libro sigue siendo genial.
Gracias a la editorial V&R por el envío de este ejemplar.
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