“Hill House siguió alzándose en medio de sus colinas, conservando la oscuridad dentro de ella” – Shirley Jackson
La maldición de Hill House, considerada una de las principales novelas de horror del siglo XX, narra el inquietante experimento de John Montague, doctor en Filosofía y antropólogo, que lleva años entregado al estudio de «las perturbaciones psíquicas» que suelen manifestarse en las «casas encantadas». Infructuosamente ha buscado una casa idónea, cuando un día oye hablar de Hill House, una mansión solitaria y de siniestra reputación. Montague decide alquilarla y busca ayudantes dispuestos a pasar una temporada en ella: Eleanor, una mujer desdichada que, tras once años cuidando a su arisca madre inválida, se ha vuelto una persona solitaria; Theodora, joven alegre y curiosa, seleccionada por su increíble capacidad telepática; y Luke, vividor y mentiroso, incluido en el grupo por exigencia de la propietaria, su tía. El objetivo: tomar notas de cualquier fenómeno paranormal que se presente para documentar el libro sobre casas encantadas que prepara el doctor. Las alucinantes experiencias que vivirán en la casa será mejor que el lector las descubra por sí mismo.
Elegí este libro como parte de los envíos especiales que la editorial Penguin Random House realiza en los cumpleaños de sus colaboradores. Había leído muy buenos comentarios de un par de “colegas” y he de confesar que tanto el título como la portada me llamaban mucho la atención (además de que en el libro ‘Harmony House’ toman como referencia a esta novela). Tiempo después descubrí que la película “The Haunting” (1999) se basó precisamente en esta obra escrita por Shirley Jackson; así que una vez que finalicé la lectura me di a la tarea de volver a ver su adaptación cinematográfica, ya saben, con el fin de hacer algunas comparaciones. El libro tiene un inicio lento pero poco a poco va tomando fuerza, es una novela muy corta, de tan sólo 226 páginas.
Todos los personajes están muy bien escritos, la Señora Dudley fue de mis favoritas. La que por momentos me desesperaba un poco era Eleanor, el personaje principal de la trama. Es tan cambiante, su evolución es muy notoria y eso es lo interesante de la historia ya que con el paso de las páginas notaremos como Hill House se encarga de perturbar y aniquilar su desquiciada mente.
La ambientación también me ha parecido genial; de hecho me ha gustado más la del libro, (retomando las comparaciones) de por si que la de la película es sublime y un tanto exagerada, pero bueno, mi imaginación fue más sombría. La deforme y siniestra mansión ubicada en las colinas lejos del pueblo y de sus habitantes es el escenario perfecto para aterrar a cualquiera. Y más si a media noche les cuentan un par de leyendas urbanas que giran en torno a ella. La casa tiene vida propia y por momentos se convierte en protagonista, aunque me hubiera gustado que tuviera una mayor pizca de maldad. ¿O los malditos eran sus habitantes?.
La prosa de Shirley Jackson no es muy convencional, tiene una manera distinta de atrapar y envolver al lector en la historia. Hubo un par de momentos en que me dejó completamente “helado” ya que las terroríficas situaciones que viven algunos de los personajes nunca las ví venir y me tomaron por sorpresa, lo mismo ocurrió con el final. En definitiva, “La maldición de Hill House” es un libro que tienes que leer.
Por cierto, la primer adaptación cinematográfica se realizó en 1963, a blanco y negro, espero conseguirla pronto, según está más apegada al libro. Muchas gracias a PRH por el ejemplar.