“En el reverso llevarían el escudo nacional y una frase que hacía evidente su origen rebelde: Ejército Constitucionalista, Muera Huerta. Hasta la fecha, es la única moneda de la historia que pide la muerte del enemigo” – Enrique Escalona
Tras la extraña desaparición de su padre, el joven Damián Diosdado se ve obligado a hacerse cargo de la agencia de detectives de su familia. Una noche recibe la inesperada visita de una rica heredera que le encarga recuperar una valiosa moneda que perteneció a su abuelo, un general retirado. Se trata de un peso de plata que Pancho Villa mandó acuñar durante la Revolución con la inscripción “Muera Huerta”. La investigación llevará a Damián a sumergirse en una Ciudad de México llena de peligros y secretos.
Sorpresivamente recibí este libro por parte de Ediciones SM, a quien agradezco enormemente porque ha sido una de mis lecturas favoritas del año por un par de razones; la primera, es porque hace meses tuve el placer de visitar la Ciudad de México, quedé fascinado, espero regresar muy pronto. El punto es que recorrí varios de los lugares que se mencionan en la historia, de tal manera que al leer sobre ellos, además de emocionarme y recordar la travesía, pude contextualizar perfectamente los espacios en los que se desarrolla la trama. Aunque he de confesar que me arrepiento de no haber subido a la Torre Latinoamericana, pero bueno, algún día lo haré. Otro factor es que mi padre hace muchos años coleccionaba monedas, hasta que un día desaparecieron todas, me parece que las robaron y con ello terminó su afición, recuerdo que tenía muchísimas, me pregunto si entre ellas se encontraba la moneda de la muerte…
El libro es relativamente corto, son 148 páginas llenas de misterio y de una Ciudad de México sombría y lluviosa. Me gustó que en cada inicio de capítulo se hiciera mención al clima. Una tormenta ha sido la ambientación perfecta para resolver el enigma de la moneda de la muerte, una vez que concluye, el cielo también se ha despejado. Por cierto, últimamente no ha parado de llover por allá, lo bueno que durante mi viaje Tláloc se calmó un poco y no hubo mayor problema…
Regresando a lo de las monedas, al principio pensé que se trataba de una historia de ficción todo lo relacionado a “la moneda de la muerte” pero mientras leía me puse a investigar y resulta que sí, ¡la moneda existió! (Pancho Villa la mandó a acuñar) y con el tiempo fue desapareciendo, entonces la historia me pareció aún más interesante y no podía parar de leer porque la pluma de Enrique Escalona es muy buena, te sumerge de lleno en la trama y te crea la necesidad de continuar hasta saber qué es lo que sucede con la moneda. Además cada uno de los personajes tiene una moneda de la suerte o comparte su afición por ellas, eso me pareció muy ingenioso.
Otro detalle que me ha gustado muchísimo es la portada, me parece que hicieron un gran trabajo porque logra embonar toda la historia en una sola imagen. El rostro de Pancho Villa, el Ángel de la Independencia y al gran Damián caminando por una solitaria avenida de CDMX. Mientras que en la contraportada podremos apreciar a la tan famosa moneda que tanta sangre ha derramado.
Como les dije anteriormente, el libro me gustó mucho, es una lectura corta pero muy entretenida, llena de misterio y acción, estoy seguro que los hará pasar un buen rato, además de que podrán conocer algunos rincones de la Ciudad de México y recordar un poco de la historia de este bello país.