“Había descubierto que todas las cosas llegan tarde o temprano a su fin: los momentos, las amistades, la vida. Nada es para siempre” – Santa Montefiore.
El mundo de Antoinette Frampton se desmorona tras la trágica muerte de su marido George, el hombre al que ha amado toda su vida. Él era su roca, su sostén, la persona a la que acudía en busca de amor y apoyo, además de ser el padre de sus tres hijos y la persona a la que mejor conocía… O al menos eso creía hasta el día de su funeral, cuando una misteriosa desconocida se presenta, muy afectada, para revelarles algo que cambiará sus vidas para siempre. A veces se necesita una tragedia para enfrentarse a la verdad. Pero ¿y si la verdad es más difícil de soportar que la tragedia…?
Escribir “Una Casa de Verano” ha sido un capricho de la autora Santa Montefiore, ella misma lo afirma en las primeras páginas. Este libro es una telenovela de principio a fin. Una fiel y sumisa esposa queda viuda luego de perder trágicamente a su marido, vive rodeada de sus “casi” perfectos hijos, con una suegra amargada y su nefasta nuera, el vivo retrato de cualquier familia. Lo que no contaban es que justo el día del funeral de George Frampton será revelado un gran secreto que unirá a todos…
La historia es algo trillada, no se las voy a contar pero no ofrece nada novedoso, aunque he disfrutado bastante leyendo este libro, lo que te envuelve y crea cierta adicción es la narrativa de la autora. Montefiore es demasiado descriptiva y puede resultar por momentos una lectura tediosa (para algunos) aún así logra darle ciertos giros interesantes en la trama. Un punto a su favor es la atmósfera creada por su pluma la cual es grandiosa (quiero leer todas sus obras) puedes observar a través de las letras el gran paisaje desde “El Capricho” y disfrutar de la naturaleza bebiendo una taza de té; escuchar los sonidos ambientales de la noche o sentirte en la calidez de una casa y sus habitantes.
Los personajes me han gustado, me parecieron muy reales, no faltan los villanos que aportan un aire de intriga y misterio en la historia, los odias pero al final haces empatía con ellos pues su lado bondadoso sale a flote. Cada uno tiene un crecimiento personal y lo mejor es el mensaje que nos ofrece la novela en reiteradas ocasiones: el perdón. Perdonar a los demás y también perdonarse a uno mismo para vivir en paz.
La portada es muy sencilla, quiero pensar que se trata de Phaedra y que el color amarillo (el cual está presente en la historia) adquiere un significado aún mayor; en lo personal no me resulta atractiva, hubiera preferido que eligieran algún paisaje de los tantos que se mencionan en el libro con una casa al fondo…
Una casa de verano es un libro para aquellos que disfrutan las historias de amor y que aman los finales felices. Lo van a disfrutar.
Gracias a Ediciones Urano por el envío de este ejemplar.
TIJUANA LOCAL 